divendres, 13 d’abril del 2012

SENCILLOS CONSEJOS PARA MEJORAR NUESTROS RETRATOS

 A la hora de encarar los retratos, ya sea de nuestros seres queridos, familia, amigos o incluso desconocidos, hay que cuidar muchos detalles, pero uno esencial que no siempre se le presta demasiada atención es la composición. Fundamental para transmitir sensaciones, destacar algún elemento o simplemente para reflejar un estado de ánimo, cuidar bien el encuadre ayuda sobremanera a mejorar nuestros retratos.
Aunque el sujeto es el elemento principal, nos solemos preocupar también, a la hora de retratarlo, de aspectos básicos como cuidar la iluminación, elegir un buen entorno o de lograr el momento propicio para capturar una sonrisa o una mirada. Pero, en ocasiones, nos olvidamos que es fundamental examinar con esmero el escenario y seleccionar el encuadre más adecuado según nuestras pretensiones.

Vamos a repasar algunos sencillos consejos para cuidar este detalle y con ello mejorar nuestros retratos. Como veréis, son muy simples y basta tenerlos en cuenta y experimentar para comprobar cómo se logran resultados más óptimos.
  • Fijar toda la atención en el sujeto. En ocasiones los elementos del entorno pueden ser una distracción a la hora de observar un retrato, así que cuidemos que no aparezcan ramas de árbol, o cualquier objeto, que tome demasiado protagonismo en nuestra composición. Si en determinadas circunstancias no se puede eliminar del encuadre, pues podemos integrar a nuestro retratado en él, pero siempre dándole el mayor énfasis y tan sólo añadamos objetos o fondos que agreguen interés visual. O también nos puede servir para añadir información sobre el propio sujeto.
  • Cuidar el fondo. Es algo muy básico, pero que hay que estudiarlo bien. En ocasiones no encontramos un fondo neutro para lograr un retrato detallado, por lo que debemos usar entonces una apertura de diafragma grande para lograr un desenfoque adecuado. Aún así, no está mal hacer varias tomas, con ángulos distintos para comprobar qué fondo (más o menos desenfocado) se adecua más.
  • Probar con distintos ángulos. Como acabamos de comentar, en ocasiones con simplemente mover la cámara a una posición más alta o más baja nos puede ayudar mucho para mejorar el tema. Cuidando la perspectiva, desplazándonos ligeramente y haciendo que nuestro retratado gire el cuello ligeramente podemos lograr mejores resultados y eliminar elementos del fondo que pueden distraer.
  • Llenar el encuadre. Es más habitual en los principiantes tomar retratos de cuerpo entero, pero hay que probar a aproximarse y llenar el cuadro con el rostro de nuestro retratado. Es algo a lo que hay perderle el miedo, porque a veces un gran primer plano, con una mirada profunda o una bonita sonrisa puede resultar un magnífico retrato.
  • Mantener los ojos en el tercio superior del encuadre (o no). Es una norma habitual, una regla heredada de la pintura, que simplemente sirve para lograr retratos más naturales. Pero, como siempre insistimos, también podemos saltarnos las normas y experimentar. Se pueden conseguir retratos más originales y llamativos si hacemos una excepción a esto.

Y como siempre comentamos, lo importante es poner todo ello en práctica. Probar, disparar muchas fotografías y, no nos olvidemos, que lo más importante en un retrato es el sujeto. Así que intentemos siempre sacar lo mejor de ellos, capturar su esencia a través de su mirada.

Como mejorar nuestros retratos

Hoy toca una de extra de consejos para mejorar nuestros retratos. Como podéis ver es una adaptación de un post en inglés, por lo que os recomiendo que paséis por el original para ver unos cuantos ejemplos de todos y cada uno de los puntos que vamos a nombrar. De paso, lo que sí haremos a la traducción es añadir nuestro punto de vista.
Sin más dilación…
1. Enmarca la persona retratada. Como prefieras, ventanas, puertas, usando el viñeteado, elementos del entorno como pueden ser árboles, plantas, etc. A mi entender, esta solución tiene un pequeño “problema”. La gran mayor parte de las veces necesitarás la colaboración del retratado, con lo que existe el riesgo de perder la naturalidad del retrato. Aunque bien es cierto que no tiene porqué ser así. Por lo general, esta solución es bastante original y bien utilizada es muy poderosa. Enmarcar es la estrategia que podemos utilizar para forzar al espectador a fijarse en aquello que queramos nosotros.
2. Usar un gran angular. Sabemos de sobra que el objetivo recomendado para los retratos es una focal larga, si puede ser con un objetivo luminoso, pues mejor que mejor, y con una apertura considerable del diafragma. Pues también podemos utilizar los gran angulares. Con ello podemos representar el entorno de la persona retratada. Ojito con la técnica, fácilmente distorsionaremos el objeto de nuestra fotografía (aunque puede ser un efecto deseado) y podemos aplicar el mismo problema que el anterior punto: deberemos acercarnos mucho a la persona, con lo que siento decirte que notarán tu presencia.
3. Juega con el fondo. No lo olvides nunca, no lo pierdas de vista. La teoría dice que hay que desenfocarlo para que no distraiga. Pero a veces puede que no haya nada malo en ello. Puede formar parte del encanto de la fotografía. Puede que se complemente perfectamente con el retrato.
4. Retrata también en formato apaisado. A mi me parece tan de cajón que he dudado si reproducirlo. ¿Vosotros/as os limitáis a disparar en vertical? Estoy convencido que no. Pues por si alguien estaba despistado, ya sabéis.
5. Cambia el ángulo. Ya habíamos comentado esta posibilidad en otro post muy parecido a éste. Desde arriba, desde abajo, tuerce la cámara… No te limites nunca.
6. Desenfoca. Otra regla para romper, pero no abuses de ella. De modo aislado será original, pero repetidamente cansa. Te recomendaría que lo usaras en retratos que se aparten del primer plano, como mínimo retratos de cintura para arriba, ya que será más fácil intuir formas aunque estén desenfocadas. Imagina una cara en primer plano desenfocada. Un poco confuso, ¿no?
7. Utiliza el movimiento. Puedes hacerlo de varias formas:
  • Que se mueva el sujeto.
  • Que se mueva algo del entorno.
  • Moviéndote tú o utilizando el zoom.
Lo complicado será si también quieres añadir elementos estáticos. Deberás elegir un tiempo de exposición lo suficientemente largo como para captar movimiento y lo suficientemente corto como para que los elementos “estáticos” no salgan movidos (si se mueven). Puedes empezar probando con medio segundo.
8. Experimenta con las emociones. Que la persona fotografiada haga el payaso. Que pruebe a representar distintas emociones. Que las exagere. Te sorprenderás al ver los resultados congelados en una imagen.
9. Llena la foto. Acercarse tanto que no haya nada más que el rostro de la persona a la que retratamos. Al fin y al cabo, es simplemente esa persona lo que nos interesa, ¿no?
10. Busca personas interesantes. En fiestas, reuniones, eventos, barrios céntricos, desfiles, manifestaciones, etcétera.

 Retratos naturales

Me parece que en el poquito tiempo que llevamos por aquí ya he repetido hasta la saciedad que cuando yo disfruto con la fotografía es retratando. Captar los momentos donde los protagonistas son personas es lo que realmente me cautiva, y sé que, a mucha gente que se dedica a fotografiar todo cuanto pueden también les sucede.
Pero muchas veces tenemos un problema. Y es que la gente, cuando nos ve las intenciones, posa para nuestra fotografía. Y esto no está nada mal, no me malinterpretéis, así todos tenemos grandes fotos. Pero perdemos esa naturalidad, ese capturar el momento de la vida cotidiana de una persona.
Hoy vamos a plantear una serie de consejos o trucos para que podamos obtener retratos naturales, retratos “sinceros” a la gente que nos rodea habitualmente. Vamos a ellos:
1. Llevar la cámara a todos lados. Consejo básico donde los haya. Disminuyes la probabilidad de perderte momentos (o aumentas la de poder captarlos). Aunque simplemente salgas a tomar un café.
2. Hacer que la gente se acostumbre a que estés fotografiando. Eso lo consigues de dos maneras. Siguiendo el consejo número uno y tomando fotos de manera habitual. Que cuando acerques la cámara a tus ojos la gente se sienta lo menos incómoda posible.
3. Los mejores objetivos son los de distancia focal larga y luminosos. Utilizar largas distancias focales te ayuda a “camuflarte” gracias a la distancia. Y aperturas de diafragma grandes te ayudan a disminuir la profundidad de campo y separar la persona de su fondo. La luminosidad te ayudará a abrir más el diafragma y a…
4. Prescindir del flash. El flash acostumbra a molestar a la gente. Y eso como mínimo, pues sobretodo llama la atención a quien se está fotografiando. Es una señal que dice “¡eh!, ¡te estoy retratando!”.
5. Apaga el sonido del obturador si tu cámara tiene esa opción. Aquí ya la intención de no ser detectado raya la paranoia…
6. No tengas miedo de utilizar ISOs altas, si la escasa iluminación lo requiere. A medida que las cámaras digitales avanzan, las ISOs altas aumentan en capacidad de control sobre el ruido que generan en la foto. Y si no es así, ¿realmente te parece tan molesto algo de ruido en la fotografía? A veces le dan un toque interesante…
7. Fotografía a la gente haciendo cosas. Lo que sea, pero los mejores momentos suelen ser captados mientras esa persona está llevando a cabo alguna actividad.
8. Fotografía a la gente haciendo cosas con otras personas. Te asombrará la cantidad de nuevas expresiones faciales que obtendrás si la gente interactúa con otras personas.
9. Participa en estas actividades, siempre que el hecho de tener la cámara dispuesta a disparar te lo permita. Participa en las charlas, añade naturalidad al hecho de que estés allí con la cámara.
10. Utiliza el modo de diparo contínuo. Aumentas la probabilidad de obtener una expresión facial interesante mientras realizas la foto.
11. Cambia la perspectiva. La más discreta seguramente será de abajo a arriba…



Fuente:  http://www.xatakafoto.com/